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jueves, 30 de noviembre de 2017

EN ESTO PENSAD - diciembre 2017


MI RESPUESTA FRENTE A SU VENIDA
escribe John Bramhall

    Aquí hay cuatro textos, y cada uno dicho por nuestro Señor Jesucristo refiriéndose a Su segunda venida, que deben producir en nosotros una reacción como una respuesta personal a Sus palabras. 

1.  La Respuesta De Mis Pies: En Mateo 25:6 el Señor Jesús dijo: "¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!" ¿Hago yo esto? ¿Salgo a recibirle? Esto tiene que ver con mi caminar, que debe ser un caminar espiritual.  Pablo lo describe: "Y andad en amor, como también Cristo nos amó" (Ef. 5:2).  "Andad como hijos de luz" (Ef. 5:8). "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios" (Ef. 5:15). "Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra" (Col.1:10). Esto es como debemos andar, nosotros los que salimos de este mundo para recibir al Señor Jesucristo.

2.  La Respuesta De Mis Ojos: En Marcos 13:35-37 el Señor Jesús dijo: "Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa... y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad". La expresión "velad" habla de nuestros ojos espirituales, "los ojos de vuestro entendimiento" (Ef. 1:18). Es así, en nuestros pensamientos y en nuestro espíritu que debemos estar mirando y anticipando Su venida.  Hebreos 12:2 dice: "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe""Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo"  (Tit. 2:13). Es una mirada dirigida al cielo, "de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo" (Fil. 3:20). Nuestra actitud y nuestro enfoque en la vida debe mostrar que como los tesalonicenses hemos sido convertidos para "esperar de los cielos a su Hijo" (1 Ts. 1:10). Hermano, hermana, ¿estás mirando al cielo con anticipación?

3. La Respuesta De Mis Manos: En Lucas 19:13 el Señor Jesús dijo: "Negociad entre tanto que vengo".  Esto es nuestro trabajo hasta que Él venga, lo que hacemos con nuestras manos. Él espera que yo esté sirviéndole, teniendo mis manos ocupadas en servicio de devoción a Cristo. "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas" (Ecl. 9:10). En Levítico 8, la palabra "consagrar" significa literalmente "llenar las manos", y así habla de servicio consagrado. "Porque a Cristo el Señor servís" (Col. 3:24).  Somos salvados "para que sirváis al Dios vivo" (He. 9:14). El Señor viene para evaluar nuestro servicio (2 Co. 5:10; 1 Co. 3:9-15). ¿Cuál será Su análisis de lo que yo he hecho y de lo que no he hecho, y cuál será mi recompensa? (1 Co.  9:17-18). Hermanos, ¡sirvamos al Señor para Su gloria!

4.  La Respuesta De Mi Corazón: En Juan 14:3 el Señor Jesús dijo: "vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis". Esto habla a mi corazón, porque Él me dice que quiere que esté con Él en la casa del Padre, y que vendrá y me tomará a sí mismo.  Si en Su gran corazón de amor el Salvador me quiere allí con Él, ciertamente mi corazón ha de responder: "Amén; sí, ven, Señor Jesús" (Ap. 22:20).  Él no se dará por satisfecho hasta que me vea allí (Is. 53:11).  Yo tampoco estaré satisfecho hasta que llegue a Su presencia  (Sal. 17:15). Mis pies, ojos y manos pueden estar cansados en este peregrinaje, pero hermano, mi corazón dice: "VEN, SEÑOR JESÚS".  Como aquella sulamita, mi corazón dice al Señor: "Mi amado es mío, y yo suya...Vuélvete, amado mío" (Cnt. 2:16-17). "Apresúrate, amado mío" (Cnt. 8:14).
John W. Bramhall (1899-2001)
 
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“Nada nos ayuda más a entender la Biblia que el propósito de obedecerla...Nada despeja la mente como la obediencia; nada entenebrece la mente como la desobediencia. Al obedecer una verdad que ves, te preparas para obedecer otras verdades. Si desobedeces solamente una verdad que ves, entenebreces tu mente a todas las demás verdades”.                                                            R. A. Torrey
 
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¿Está mal acumular dinero?

escribe William MacDonald

En todo el Nuevo Testamento la respuesta enfática es . La Biblia no condena a nadie por ser rico. Una persona puede recibir una herencia y hacerse rico de la noche a la mañana. Pero la Biblia sí que tiene mucho que decirnos acerca de lo que hacemos con nuestras riquezas. Aquí tenemos lo que enseña la Biblia:        1. Primero, que somos mayordomos de Dios (1 Co. 4:1, 2). Lo cual quiere decir que todo lo que tenemos le pertenece a Él, y no a nosotros mismos. Nuestra responsabilidad es usar Su dinero para Su gloria. La idea de que un 90% es para que lo gastemos nosotros, mientras que el 10% restante es la porción del Señor, es un concepto erróneo de la mayordomía del Nuevo Testamento. Todo le pertenece al Señor.
    2. El segundo punto es que debemos estar contentos con sustento y abrigo. “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Ti. 6:8). Aquí la palabra "abrigo" significa una cubierta, o un techo. Puede referirse a cualquier tipo de abrigo o ropa. Entonces, el versículo dice que debemos estar satisfechos con las necesidades de la vida: comida, vestido y casa. Y al dejarnos estar bajo un techo, el Señor nos permite tener más de lo que Él tuvo cuando estuvo aquí; Él no tenía dónde recostar Su cabeza (Mt. 8:20).
    El cristiano que tiene un negocio necesitará, por supuesto, un capital fijo y un capital operativo para seguir adelante. Debe tener suficiente para conseguir materias primas, pagar a sus empleados, y abastecer las demás demandas financieras que le salgan al paso día a día. La Biblia no prohibe al cristiano que tiene un negocio el tener los fondos necesarios para operar.
    3. Lo siguiente es que debemos vivir frugalmente, evitando derrochar y malgastar los recursos que Dios nos da.  Después de que el Señor Jesús hubo alimentado a los cinco mil, les dijo a Sus discípulos que recogiesen la comida que había sobrado (Jn. 6:12). Su ejemplo nos enseña a conservar las cosas siempre que sea posible.
    Compramos muchas cosas innecesarias. Especialmente en la época de Navidad, muchos gastan una pequeña fortuna en regalos sin valor que pronto encuentran sitio en el altillo o en el trastero, donde no sirven de nada a nadie.
    Compramos cosas caras cuando otras más baratas nos servirían para lo mismo. (No siempre es verdad que el producto más barato es el mejor que comprar. Debemos sopesar el precio, la calidad, el tiempo ahorrado, etc.).
    Resistamos la tentación de comprar todo lo que queremos. Y debemos desarrollar el hábito de vivir sencilla y frugalmente por causa del Hijo del Hombre.
    4. Todo lo que sobrepase nuestra necesidades debe dedicarse a la obra del Señor (1 Ti. 6:8). ¡Recuerda! Todo le pertenece a Él. Nosotros somos Sus mayordomos. Nuestra meta es hacer avanzar Su causa en la tierra dentro de nuestras posibilidades.
    Inmediatamente aparecerá la objeción de que invertir todo aparte de la comida, la ropa y la casa para la obra del Señor es algo temerario, corto de vista, y un derroche.
    Bueno, tenemos la historia de una persona que sí que lo hizo. Era una viuda, y echó sus dos blancas en el tesoro del templo. Jesús no le reprochó. Él dijo: “En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos (los ricos). Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía” (Lc. 21:3-4). Pero la mayoría de nosotros vamos toda la vida sin jamás ofrendar todo el sustento que tenemos.
    5. Se nos prohibe hacernos tesoros en la tierra. Las palabras de la Escritura son claras e inequívocas.
    “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mt. 6:19-21).
    Para la mayoría de nosotros, parece que estos versículos ni siquiera están en la Biblia. Creemos que el Señor Jesús los dijo, y que son divinamente inspirados. Pero no pensamos que se apliquen a nosotros. No los obedecemos. Así que, en cuanto a nosotros, es como si el Señor nunca lo hubiese dicho.
    Pero la verdad sigue diciendo que es PECADO hacer tesoros en la tierra. Es algo directamente contrario a la Palabra de Dios. Lo que nosotros llamamos prudencia e inversión, realmente es rebelión e iniquidad.
    Y es verdad que donde esté nuestro tesoro, allí es donde también estará nuestro corazón. Una vez llevaron al Dr. Johnson a un “tour” de una casa delujo. Recorrió la mansión y el terreno bien cuidado. Entonces se volvió hacia sus amigos y dijo: “Con cosas así, sería difícil tener que morirse”.
    6. Finalmente, debemos confiar en Dios en cuanto al futuro. Dios llama a Su pueblo a una vida de fe, dependiendo de Él. Nos enseña a orar: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” (Mt. 6:11). Por medio de la historia del maná, nos enseña a tener nuestros ojos hacia Él día a día para suplir nuestras necesidades (Éx. 16:14-22). Él mismo es nuestra seguridad; no debemos apoyarnos en las cañas rotas de este mundo. Confiemos en Él, hoy y mañana.
 
 
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¡Me Gusta Salir De Copas!
 
“¡AY DE LOS QUE SE LEVANTAN DE MAÑANA PARA SEGUIR LA EMBRIAGUEZ; QUE SE ESTÁN HASTA LA NOCHE, HASTA QUE EL VINO LOS ENCIENDE! Y EN SUS BANQUETES HAY ARPAS, VIHUELAS, TAMBORILES, FLAUTAS Y VINO, Y NO MIRAN LA OBRA DEL SEÑOR. POR ESO ENSANCHÓ SU INTERIOR EL SEOL, Y SIN MEDIDA EXTENDIÓ SU BOCA; Y ALLÁ DESCENDERÁ LA GLORIA DE ELLOS, Y SU MULTITUD, Y SU FAUSTO, Y EL QUE EN ÉL SE REGOCIJABA”.
                        Sagrada Biblia, Isaías 5:11-14

Los borrachos no heredarán el reino de los cielos (1 Corintios 6:10). Amigo, si deseas saber más de la Palabra de Dios, deja la juerga y busca a Dios. Levántate de mañana para leer la Biblia, y los domingos congrégate donde ella es expuesta y estudiada. En ella hallarás el camino de vida.
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LA PEREZA (II)
LA NATURALEZA DE UN PEREZOSO

El perezoso es un mamífero que mide menos de un metro de longitud. Vive en las copas de los árboles de la selva trópica de Centro y Sudamérica.

¿Por qué se le llama al perezoso "atsluwth"?
    Cuando los exploradores europeos descubrieron a ese animal, le pusieron ese nombre por la característica de esta palabra en hebreo, atsluwth, lo cual significa ser ocioso.

¿Cómo hace el perezoso honor a su nombre?
    Es la encarnación del ocio y la holgazanería. Puede gastar toda su vida en un sólo árbol. Por lo despacio que se mueve, parece que le sobra el tiempo.

¿Qué puede ganar al perezoso en una carrera del más lento?
    Nada en la familia de los mamíferos. Es el más lento de todos. En una carrera de sesenta segundos sólo avanzaría unos pocos metros. Un científico observó qué, relativamente hablando, van más rápidos los líquidos celulares de protozoo unicelular, que un perezoso tratando de escaparse de una pitón.
    Un perezoso aventurero, fue observado cierta vez, ¡e hizo un viaje de 6,4 kilómetros en sólo cuarenta y ocho días!

¿Pasaría el perezoso el examen de sueño de Dios?
    No. Dios le advierte al perezoso que salga de la cama y vaya a trabajar. Normalmente, el perezoso duerme unas quince o más horas al día. Esto incluye todo el día y casi toda la noche.

¿Qué es lo que toma ventaja sobre un perezoso dormilón?
    Polillas y algas. El pelo basto del perezoso "inmóvil" se llena de polillas. El cuerpo de la palometa “pyralid” es plano como el de la pulga, así, se mueve libremente por el pelo del perezoso. Pequeñas fisuras en cada pelo proveen un lugar de cobijo para varias especies de algas. Las algas pueden hacerse tan gruesas que el perezoso acaba teniendo la apariencia de un color azul-verdoso y desprende olor a humedad. El perezoso ignora completamente las algas.
¿Cuál es la ocupación principal del perezoso?
    Comer. El perezoso suele ser rechoncho y bien alimentado. La única razón por la que gastaría energías y se cambiaría de árbol sería por encontrar comida. Comiendo poco a poco las hojas de la selva, avanza, abriéndose así el camino.
   
¿Cómo mata la pereza al perezoso?
    Cuando la comida comienza a escasear, el perezoso tiene hambre. Se mueve lentamente y no está acostumbrado a cazar su comida. Por eso, es muy sensible a las sequías, incendios, e invasiones de insectos que destruyen sus recursos de alimentos.
    El perezoso muere de hambre si no tiene la comida a mano. Cuando el asunto consiste en proveer comida, las maneras del perezoso contrastan mucho con las de la hormiga.

¿Por qué es difícil detectar a un perezoso?
    La defensa primaria del perezoso contra los animales de rapiña es el engaño. Esto requiere horas de inmovilidad, y entonces pasa desapercibido con las hojas secas del árbol.

¿Le retarda el frío al perezoso?
    Al contrario de los demás mamíferos, la temperatura del cuerpo del perezoso varía con las temperaturas de alrededor. Puede variar más de veinticinco grados. Si la temperatura del ambiente se enfría, el perezoso se hace un ovillo para prevenir la pérdida del calor del cuerpo.

¿Cómo ven el mundo los perezosos?
    Del revés. El perezoso tiene más vértebras en el cuello que cualquier otro mamífero y puede mover la cabeza hasta ciento ochenta grados en cualquier dirección.

¿Es brillante el futuro de un perezoso?
    El archivo de los fósiles muestra que hay 10 veces más especies extintas de perezosos que especies vivas. Sólo dos de ellas son comunes hoy.
CÓMO CONQUISTAR LA PEREZA

Hay esperanza para el perezoso, basada en el hecho de que Dios le da instrucciones a él y acerca de él. También hay otros principios de la Escritura que se relacionan directamente con la pereza, desde la juventud hasta que se es adulto.

1. CONTRARRESTA LA PEREZA CON EL HAMBRE
    La cura principal que Dios usa para la pereza es el hambre. "Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma" (2 Ts. 3:10).
    Esto es consecuente con la necesidad que Dios estableció después que Adán y Eva pecaron. "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra..." (Gn. 3:19).
    Tiene valor el dejar a cada persona experimentar el verdadero hambre, especialmente cuando uno tiende a ser perezoso. Un punto de comienzo para conquistar la pereza sería hacer un ayuno de tres días, con el propósito de estudiar los principios de Dios y ejemplos de diligencia. (Ver Mt. 6:16-18).

2. APRENDE LOS PRINCIPIOS DE LA DILIGENCIA
    La última meta de una persona perezosa sería la diligencia. Esta es precisamente la instrucción de Dios. "Vé a la hormiga, oh perezoso; mira sus caminos y sé sabio" (Pr. 6:6).
    La hormiga ilustra las características básicas que le faltan a la persona perezosa - iniciativa, autodirección, respeto a las estaciones, habilidad de terminar tareas y la previsión necesaria en planear para el futuro.
    Después de estudiar a la hormiga, sería bueno leer las biografías de grandes cristianos para aprender cómo su diligencia se desarrollaba por su obediencia a la Palabra de Dios.

3. RECONOCE QUE LA PEREZA SE DESARROLLA EN  

   ETAPAS
    La pereza no está confinada a sólo unas cuantas o a un cierto tipo de personas. Cualquiera puede convertirse en su víctima. Es un desarrollo gradual que comienza sin ser advertido; y si no se le refrena, la pereza incapacitará a aquellos que le obedecen.

    • La Pereza Latente
    La pereza latente es la tendencia a rechazar en lo íntimo el requisito que Dios nos da de trabajar diligentemente. Esta tendencia requiere una obediencia instantánea a la guía del Espíritu Santo.

    • La Pereza Inicial
    La pereza inicial toma las decisiones más cómodas en la vida cotidiana. Este tipo de pereza hace necesario que otros vayan detrás tuyo recordándote, preguntándote y acuchándote para que termines los trabajos. Además de sus propias responsabilidades, tienen que gastar tiempo recordándote las tuyas.

    • La Pereza Incapacitante
    La pereza incapacitante permite pequeñas rendiciones cada día, hasta que llegan a ser su estilo de vida habitual. Esta pereza requiere estar sin comer para aclarar las metas y alcanzar objetivos.

4. APRENDER LA DISCIPLINA DE MADRUGAR
    La definición de la palabra hebrea diligentemente es “madrugar para hacer una tarea”.
    Esta disciplina ataca al corazón de cada perezoso. "Perezoso, ¿Hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?" (Pr. 6:9).
    Si es necesario, sé responsable de levantarte a una hora determinada para llamar y despertar a otros. Resiste la tentación de quedarte sólo un poco más en la cama. Ni aun aprendas cómo parar la alarma del despertador. Cuando te despiertes, ¡saca los pies fuera de la cama y levántate!
    Un modo práctico de establecer la responsabilidad de levantarse pronto es tener a alguien que te llame por teléfono, o que quedes con alguien para llamarle cuando te levantes, o planeas encontrarte con alguien para tener un tiempo devocional.

5.APRENDE A RESPETAR EL TIEMPO
    La vida es una carrera en contra del tiempo. Sólo podemos ganar la carrera si nos damos cuenta de lo siguiente:
    •
El tiempo es limitado.
    • La muerte es cierta.
    • La segunda venida de Cristo es aun más cierta.
    • El número de años productivos está establecido por Dios.
     "Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos" (Sal. 90:10).
    • Los días deben ser contados.
        "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos             al corazón sabiduría" (Sal. 90:12).
    • El tiempo requiere responsabilidad.   
    • El tiempo se nos ha confiado para la obra de Dios.
         "...La noche viene, cuando nadie puede trabajar" (Jn. 9:4).
    • El tiempo es irrecuperable, es un recurso no renovable. Una vez gastada una hora, nunca volverá.
    • El tiempo no respeta a las personas. Nadie recibe más horas.
    • No se recupera el tiempo. Toda hora malgastada se pierde para siempre. 
   
 
 

domingo, 5 de julio de 2015

EN ESTO PENSAD -- julio 2015

¡AVÍVANOS SEÑOR!

William MacDonald

    “¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?” (Salmo 85:6).

     Un estado de decaimiento es a menudo como un cáncer; no sabemos que lo tenemos. Podemos irnos haciendo gradualmente tan fríos espiritualmente que no nos damos cuenta cuán carnales hemos llegado a ser en realidad. Algunas veces se necesita una tragedia, una crisis o la voz de algún profeta de Dios para despertarnos de nuestra necesidad desesperada. Sólo entonces podemos reclamar la promesa de Dios: “Derramaré aguas sobre el sequedal y ríos sobre la tierra árida” (Is. 44:3).   
Necesito un avivamiento cuando he perdido mi ánimo entusiasta por la Palabra de Dios, cuando mi vida de oración ha caído en una insulsa rutina (o ha caído por completo), cuando he dejado mi primer amor. Necesito un toque avivador de Dios cuando tengo más interés en lo que vierten en la tele que en la reunión de la asamblea local, cuando llego a tiempo al trabajo pero tarde a las reuniones, cuando no falto en mi trabajo pero mi asistencia es espasmódica en la asamblea. Necesito ser avivado cuando estoy dispuesto a hacer por el dinero lo que no hago por el Salvador, cuando gasto más dinero para satisfacerme que en la obra del Señor.
  Necesitamos avivamiento cuando guardamos rencores, resentimientos y amargos sentimientos. Cuando somos culpables de chismorrear y maldecir y recibimos palabras chismosas como si fuesen caramelos. Cuando no estamos dispuestos a confesar nuestros errores o a perdonar a otros cuando nos confiesan sus faltas. Necesitamos ser avivados cuando peleamos como perros y gatos en casa, y luego aparecemos en la asamblea con una “cara de reunión” como si fuéramos dulzura y luz. Necesitamos ser avivados cuando nos hemos conformado al mundo en nuestro hablar, nuestro caminar y todo nuestro estilo de vida. ¡Qué grande es nuestra necesidad cuando somos culpables de los pecados de Sodoma, soberbia, saciedad de pan y abundancia de ociosidad! (Ez. 16:49).
    Tan pronto como nos damos cuenta de nuestra frialdad y esterilidad, podemos reclamar la promesa de 2 Crónicas 7:14, “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. ¡La confesión es el camino que lleva al avivamiento!

Oh Espíritu Santo, el avivamiento viene de Ti;
Envía un avivamiento, comienza la obra en mí.
Tu palabra declara que suplirás  la necesidad.
Tus bendiciones ahora, imploro con humildad.
                                              — J. Edwin Orr


del libro DE DÍA EN DÍA (CLIE), lectura para el 4 de julio
 
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LOS PATOS Y 
LOS CRISTIANOS ANCIANOS

Hace algunos años que unos biólogos en una reserva natural comenzaron a notar que la población de patos menguaba en su área. Estaban perplejos y no entendieron por qué sucedía eso. Entonces iniciaron unos estudios investigativos para descubrir la causa del problema.
    Un día dos de los investigadores jóvenes se acercaron a la reserva para comenzar su estudio. Eran personas bien formadas en su carrera, y entre los mejores biólogos en esa área. Al llegar para comenzar su investigación, observaron a un agricultor en el campo vecino, que reparaba la valla. Era un hombre anciano que había vivido allí largo tiempo. Siendo amigable, él se acercó a los biólogos para saludarles y charlar. Le informaron del estudio investigativo que comenzaban, expresando su deseo de hallar la causa del problema. Entonces el agricultor comentó: “Esto es interesante, pues he observado que hay cada vez menos patos. Para mí que es un zorro que los come”.  Los biólogos expresaron su desacuerdo y le aseguraron que los patos no forman parte de la dieta del zorro. “Bueno” replicó, “pueden hacer todos los estudios que quieran, pero ya les digo que el culpable debe ser algún zorro”.
    Después de hablar un poco más, se despidieron y cado uno volvió a su trabajo. Pero pasando el tiempo, y después de gastar mucho tiempo y dinero investigando el problema, los biólogos descubrieron que aquel agricultor anciano tenía razón. A fin de cuentas un zorro había sido causa de la pérdida de patos en la reserva.
    Esta historia verídica ilustra una tendencia observable en nuestra cultura hoy. Generalmente se les considera a las personas ancianas como no importantes, no como miembros productivos de nuestra sociedad. Las actitudes propagadas en los medios de comunicación y el mundo alrededor nuestro valoran el atractivo sexual, y la vida de los jóvenes y exitosos. Desafortunadamente, esas mismas actitudes han filtrado a muchas iglesias evangélicas y sí, aun en las asambleas. A los hermanos ancianos se les considera ignorantes, atrasados, de ideas fijas y no abiertos a ideas nuevas o cambios. Se oye decir a menudo que tales personas impiden el crecimiento y el progreso en las iglesias.
    Pero fallamos al no reconocer que Dios ha puesto a los hermanos ancianos en nuestro medio para liderar, guiar, enseñar y aconsejarnos. El hecho de no entender algún aparato moderno no les decalifica de las tareas que Dios les ha encargado. Los creyentes piadosos y ancianos tienen un tesoro de conocimiento y experiencia para compartir con los que somos más jóvenes en el Señor. La Biblia nos dice que los jóvenes deben estar sujecto a los ancianos, y que las mujeres ancianas deben enseñar a las jovencitas las cosas prácticas de la vida (1 P. 5:5; Tit. 2:3-5). No debemos despreciar ni descartar lo que tienen que decirnos. Haríamos bien en consultar, escuchar y sopesar los consejos recibidos de ellos. Los hermanos más ancianos tienen una tremenda responsabilidad delante del Señor. ¿Cuándo fue la última vez que visitaste a uno de esos hermanos u orabas por ellos?
    En 2 Crónicas 10:8 leemos acerca del rey Roboam: “Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él”.  Si seguimos leyendo, hallamos que el reino de Roboam fue un fracaso. No era un rey sabio. El pueblo del Señor debe reconocer las consecuencias de despreciar a nuestros hermanos y hermanas de más años, como hace el mundo.
    El viejo agricultor tenía sabiduría que no procedía de libros sino de la experiencia durante años. Los cristianos ancianos tienen mucho que ofrecer a los creyentes más jóvenes y menos experimentados. Debemos atender a lo que nos tienen que decir. 

Scott Wagner, de la revista “Milk & Honey” (“Leche y Miel”), abril 1990
 
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  "No Erréis"

Dice 1 Corintios 6:9-10, "No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios". Las palabras "no erréis" advierten la posibilidad de equivocarse.
    En el verano del 2013 el "Papa" dijo: ¿Quién soy yo para juzgar a los gais?" Se refería a los homosexuales: los afeminados, los que se echan con varones, los sodomitas (1 Ti. 1:10). Pero esto no significa que nadie los puede juzgar, ni que hay que aceptarles. Dios no admitirá al cielo a los nombrados arriba. Y lo que es inadmisible en el cielo, no se puede admitir tampoco en la iglesia, que es la casa del Dios viviente.
    Pero hoy en día en las iglesias evangélicas también hay ese error de no juzgar al pecado, de pasar por alto, tolerar, comprender y ser misericordioso con pecadores no arrepentidos. ¿Qué hacen fornicarios y adúlteros en comunión? ¿Cómo es que los ladrones, avaros, borrachos, maldicientes y estafadores pueden ser miembros de iglesias, tomando comunión, y algunos de ellos llevando a cabo ministerios? Escuchamos el eco papal, "¿quién soy yo para juzgar?"
    Claro, Dios es quien juzga a los pecadores, pero cuando Él indica cuál es Su actitud y sentencia, debemos decir: "Amén" y no permitir en Su casa lo que Él no permite. "No erreis", porque tolerarlo no es bueno, no es ser misericordioso. Es error y pecado. Porque si no juzgamos el pecado, nos ponemos en contra de Dios.                                                                                        
Carlos   
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AY DE LOS QUE SE LEVANTAN DE MAÑANA PARA SEGUIR LA EMBRIAGUEZ; QUE SE ESTÁN HASTA LA NOCHE, HASTA QUE EL VINO LOS ENCIENDE! Y EN SUS BANQUETES HAY ARPAS, VIHUELAS, TAMBORILES, FLAUTAS Y VINO, Y NO MIRAN LA OBRA DEL SEÑOR. POR ESO ENSANCHÓ SU INTERIOR EL SEOL, Y SIN MEDIDA EXTENDIÓ SU BOCA; Y ALLÁ DESCENDERÁ LA GLORIA DE ELLOS, Y SU MULTITUD, Y SU FAUSTO, Y EL QUE EN ÉL SE REGOCIJABA”.
                                                            Sagrada Biblia, Isaías 5:11-14

Si desea saber más de la Palabra de Dios, ella es expuesta y estudiada cada domingo y jueves en este local de reunión. Acuda y aprenda con nosotros.

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 JEHOVÁ = JESUCRISTO

Esto está dedicado al que desea escudriñar las Escrituras "para ver si estas cosas son así" (Hechos 17:11), y al que cree a Dios antes que a los hombres o las organizaciones. Respecto a los demás, lo presente se presta para tapar la boca de los contumaces, los habladores de vanidades y los engañadores.
    Ofrecemos lo siguiente como guía de estudios para aquel que quiere abrir la Biblia e investigar por su propia cuenta, sin que ninguna religión ni organización humana le dicte cómo pensar. Pide a Dios mismo que te ayude a entender la verdad y se muestre a ti a través de Su Palabra. Entonces, tomando la Sagrada Biblia (no otros libros ni revistas), busca en ella y lee los versículos, estudia el contexto (lo que viene antes y después), y apunta a quién el texto hace referencia en los pasajes siguientes:

1.  ¿Quién es el Rey de Reyes y Señor de Señores?
    Deuteronomio 10:17; Salmo 95:3
    Apocalipsis 17:14; 19:13-16

2.  ¿Quién fue traspasado?
    Zacarías 12:8-10
** [La llamada “Traducción del Nuevo Mundo” cambia la palabra "mí" en este versículo por "Aquel". Esto pervierte el sentido original dado por Dios y aceptado por todos durante más de 2.400 años.]
    Juan 19:34-37

3.  ¿Quién es el Primero y el Último?
    Isaías 41:4; 44:6; 48:12; Apocalipsis 22:13
    Apocalipsis 1:17-18

4.  ¿Quién es el Alfa y la Omega?
    Apocalipsis 1:8; 21:5-7; 22:12-16
    Apocalipsis 22:16
   *  [En la lectura no hay evidencia de un cambio en el que habla entre los  vv. 12-16, pero en todo caso el "Alfa y la Omega" y el "Primero y el Último" es la misma persona según el 22:13.]
   ** [Es de notar que en algunas traducciones de Ap. 1:11 no aparece la frase: "yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último", tal como está en la versión Reina-Valera. Por ello no la citamos aquí.]
 
5.  ¿Quién es el Creador?
    Génesis 1:1; Isaías 40:28; 43:1,15
    Colosenses 1:13-16
  * [Los T. J. introducen "[las otras]" ante "cosas" en el v.16 (2 veces en la Trad. del N.M.), y dan un sentido que no está en el original. Las meten allí debido a su presuposición.]
    Nota además a quién se dirige en estos dos pasajes:
    Salmo 33:6, 9; 102:25-27
    Hebreos 1:10-12
   * [Si miramos al v. 8, entenderemos de quién está hablando.]

6.  ¿Para quién preparó un camino Juan el Bautista?
    Isaías 40:3; Malaquías 3:1
    Lucas 1:76; 3:4-6; Marcos 1:2-3

7.  ¿Quién es la Piedra de Tropiezo?
    Isaías 8:12-14
    1 Pedro 2:4,7-8

8.  ¿Quién es el Redentor?
    Isaías 41:14; 43:14; 44:6; Job 19:25
    Gálatas 3:13; Hebreos 9:12; Apocalipsis 5:9

9.  ¿Quién es el Único Salvador?
    Isaías 43:3,11; 45:21; Oseas 13:4; Lucas 1:47;
    1 Timoteo 4:10; Tito 1:3; 2:10; 3:4; Judas 25
    Lucas 2:11; Juan 4:42; Hechos 5:31; 13:23; Tito 1:4; 2:13;
    2 Pedro 1:1; 2:20; 3:2,18

10.  ¿Quién es el Rey de Gloria?
    Salmo 24:8-10; Isaías 42:8 (Nota a quién le pertenece la gloria)
    1 Corintios 2:8; Santiago 2:1; Judas 24,25;
    1 Tesalonicenses 1:12

11.  ¿Quién puede perdonar pecados?
    Salmo 25:18; 32:5; 130: 3-4; Isaías 43:25
    Marcos 2:5-11; Lucas 5:24; 7:47-49

12.  ¿A quién deben santificar los creyentes?
    Isaías 8:13
    1 Pedro 3:15

13.  ¿Quién subió a lo alto llevando cautiva la cautividad?
    Salmo 68:18
    Efesios 4:7-8

14.  ¿Quién es la Roca de salvación?
    Deuteronomio 32:3,4,12,15,18,31;
    2 Samuel 22:32,47; 62:2,6
    1 Corintios 10:4; Romanos 9:33; 1 Pedro 2:4-8

15. ¿Quién escudriña las mentes y prueba el corazón de los hombres?
    Jeremías 17:10
    Apocalipsis 2:23

16.  ¿En nombre de quién obtenemos salvación?
    Joel 2:32
    Hechos 2:21; 4:11-12; Romanos 10:9,13

17.  ¿Quién es el Inmutable de la eternidad?
    Malaquías 3.6; Salmo 102:25-27; Miqueas 5:2
    Hebreos 1:2; 13:8; Mateo 2:6 [cumple la profecía en Miqueas 5:2]

18.  ¿Las palabras de quién permanecerán para siempre?
    Isaías 40:8; 59:21;
    Mateo 24:35 [No dice "estas palabras", sino "mis palabras"]

19.  ¿Quién es el YO SOY?
    Éxodo 3:14; Isaías 41:4; 43:10; 46:4,9
    Marcos 14:62; Juan 8:24,58; 13:19; 18:5,6,8

20.  ¿Ante quién se doblará toda rodilla?
    Isaías 45:22-23
    Filipenses 2:10

21.  ¿A quién pertenecen los ángeles y a quién deben adorar?
    Salmo 91:11; 103:19-21; 148:2; Mateo 4:6; Hebreos 1:7
    Mateo 13:41; 24:31; Hebreos 1:6

22.  ¿Quién tiene poder sobre la muerte y la resurrección?
    Deuteronomio 32:39; 1 Samuel 2:6
    Juan 2:19-21; 10:17-18; 11:25,43; Apocalipsis 1:18

23.  ¿De quién deben testificar los creyentes?
    Isaías 43:10,12; 44:8
    Juan 15:27; Hechos 1:8

24.  ¿Quién estuvo en medio de los israelitas?
    Éxodo 33:15-17; Números 21:6-7
    1 Corintios 10.4,9,21,22

25.  ¿Quién vendrá al Monte de los Olivos?
    Zacarías 14:3-4
    Hechos 1:11-12

 
continuará, d.v. en el número siguiente