Entradas populares

viernes, 26 de noviembre de 2010

EN ESTO PENSAD -- NOVIEMBRE 2010

SEIS SECRETOS SENCILLOS
PARA ESTUDIAR LA BIBLIA
(Parte IV)


El cuarto secreto es el tiempo. Efesios 5:15-16 nos da el siguiente consejo:“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”. Hay mucho desperdicio de tiempo, mucho uso frívolo y liviano del tiempo, como si fuera un recurso sin límite y renovable, pero no lo es. Cada día te queda menos tiempo que el día anterior. ¿Cuánto tiempo te sobra, cuánto puedes permitirte el lujo de perder en cosas sin valor eterno? El necio no mira como anda y gasta el tiempo, sin aprovecharlo. El sabio considera cómo usar bien el tiempo, y se disciplina para aprovecharlo. Amigo, tú y yo escogemos ser sabios o necios. Esto tiene muchas aplicaciones, pero aquí hablamos del tiempo que necesitas para estudiar la Biblia, porque es fundamental que dispongas de tiempo para estudiar. ¡Qué poca atención se presta a este secreto! No se puede estudiar la Biblia a ratos perdidos, o en el tiempo de ocio, y estudiar la Biblia no es para los ociosos. ¿Para qué nos vamos a engañar? Es trabajo, y requiere la concentración exclusiva durante un periodo de tiempo que dedicas completamente a estudiar. Aquí la carne se ve acusada muchas veces, porque no nos gusta sentarnos y dedicarnos al trabajo de estudiar. Mejor decir que no le gusta a nuestra carne, porque Eclesiastés 12:12 dice que “el mucho estudio es fatiga de la carne”. No dice que fatiga el espíritu, sino la carne.
    El cuerpo se cansa de estar sentado, y la mente de  concentrar y pensar tanto. Como resultado, en lugar de persistir estudiando, solemos levantarnos o distraernos con cualquier cosa. Por eso algunas personas encuentran que les es más fácil hacer trabajos manuales, dar un paseo, repartir folletos, viajar para hacer visitas,  o casi cualquier cosa excepto sentarse y estudiar un par de horas sin moverse del escritorio. Pero estudiar cuesta tiempo, y no hay buenos atajos. Poco tiempo invertido estudiando significa poco estudio hecho y poco entendimiento logrado. Una persona que tenga facilidad de hablar, podrá tapar la superficialidad de sus estudios con un monólogo de comentarios y anécdotas interesantes. Tal vez se le ocurren observaciones sobre la marcha y puede seguir hablando, pero no tiene conocimientos que resultan de haber estudiado como debe, porque no lo ha hecho. ¡Y con qué poco estudio algunos están satisfechos!
    Sin embargo, si uno va buscando oro, no puede hacerlo en cinco minutos o media hora. En este tiempo uno puede recoger flores, pero no puede extraer oro. El estudio de la Biblia es así. Hay cosas como observaciones básicas, verdades, y preceptos que podemos ver, apreciar y recoger en poco tiempo, que son como unas "flores" espiritualmente hablando. Están allí en la superficie, a la vista y al alcance de casi todos. Pero Dios diseñó la Biblia de tal manera que hay otros descubrimientos, verdades, preceptos, lecciones para nuestras vidas que son como joyas y metales preciosos que hay que minar. No se pueden sacar estos tesoros al azar, ni estudiando ligeramente sin invertir tiempo y esfuerzo. Como el minero debe trabajar duro y sudar para sacar el oro y la plata, así es también con el estudio de la Biblia. Para los que les cuesta mantenerse sentados, casí diseñaría una silla de estudios con un cinturón que no se abre por un tiempo predeterminado. ¡Tal vez así aprenden la disciplina de quedarse sentados y aplicarse a la tarea de estudiar!
    Y hablando de tiempo, hay que reconocer que debe ser tiempo dedicado exclusivamente a la Biblia. No puedes estudiar la Biblia y mirar la tele. Mejor ni siquiera tener una tele, porque hace perder el tiempo. Había vida antes de la tele y hay vida después de ella también. Si la tienes, ya sabes qué es lo que hace falta, tirarla a la basura, o venderla y comprar los libros que necesitas para estudiar la Biblia. Tampoco puedes estudiar la Biblia y escuchar la radio, o estar hojeando un periódico o una revista. Hay que quitar estas cosas del lugar donde te dedicas a estudiar la Biblia. No puedes estudiar la Biblia bien si te levantas cada cinco minutos para hablar por teléfono u otras cosas. Hay que preparar el tiempo para estudiar sin interrupciones ni distracciones si es posible. Y algunos tienen por costumbre, al sentarse para estudiar, que empiezan a limpiar u organizar el escritorio o toda la habitación. No, no, si vas a estudiar, repito, disciplínate a estudiar y a nada más. De otra manera estarás malgastando el tiempo y engañándote a ti mismo, porque eso no es estudiar.  (continuará, d.v.)
de LIBRO DIVINO, AMADA PALABRA, por Carlos Tomás Knott

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

¿Dónde Está Tu Corazón?
Texto: Mateo 6:19-23
   Cristo advierte contra el hacer tesoros en la tierra. Es cuestión de vivir para esta vida o para el reino venidero. Cristo señala primero las ventajas de transferir nuestros tesoros al cielo, donde no estorban ni los ladrones, ni el orín ni la polilla. Entonces, toca el corazón del asunto, que es, el corazón humano. Declara: “donde esté vuestro tesoro, allí  estará también vuestro corazón” (6:21). El Señor quiere nuestro corazón. No quiere que tengamos doble visión, con los ojos puestos en los tesoros celestiales y en los terrenales a la vez (6:22-23). Eso nos impediría ver nada claro. No quiere que trabajemos para dos amos. Esto  sería insatisfactorio tanto para un amo como para otro. No podemos vivir para el mundo y el cielo. No podemos servir a Dios y al dinero.
    Observa que las dos prohibiciones tienen que ver con la vista. Podemos hacer justicia para ser vistos por los hombres, para ganar su gloria, o podemos hacerlas secretamente, confiando en nuestro Padre que ve en secreto para que Él nos recompense abiertamente. Entonces, debemos preguntar dónde están puestos nuestros ojos – en tesoros terrenales o celestiales. ¿Hemos intentado centrarnos en los dos con el resultado de la doble visión? Nuestros ojos simbolizan nuestras ambiciones y motivaciones – dónde ponemos la mira. El verdadero seguidor, dice Cristo, tiene sus ojos puestos en la recompensa celestial. El hombre con visión doble tiene tinieblas (6:23). Es un discípulo falso.

A. W. Wilson, de su libro Matthew’s Messiah (“El Mesías según Mateo”), pág. 92

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 

“EL DIOS FOFO”
 
Nicolás Van Hoffman escribió una serie de artículos sobre “EL DIOS FOFO” de nuestros tiempos. Léelo, amigo, dos o tres veces, y quizás llorarás y te indignarás al leer cómo habla de la mala representación grosera que hacen de la Santa Deidad. Hoffman dice:
    “El Dios Fofo ha aparecido a los millonarios en los campos de golf. Aparece a los políticos cuando cortan lazos para inaugurar edificios públicos, y a los del clero cuando hacen la invocación en la tele para la convención nacional de los republicanos o los demócratas. La presencia del Dios Fofo es palpable durante la “Semana de Fraternidad” y cuando los Rotarios (una asociación cívica) se reúnen. Es la deidad inanimada a la que se refirió el  ex-Presidente Carter (EE.UU.) cuando dijo que la paz podría materializar en el medio oriente porque el Presidente de Egipto y el Primer Ministro de Israel, ambos adoraban al Gran Ser Fofo.
    El Dios Fofo no tiene casi nada de teología, porque está hecho de algo como sémola de divinidad. El Dios Fofo no tiene ningún credo en particular, ni artículos de fe, nada que haría difícil que creyentes e incrédulos ambos inclinasen su cabeza reverentemente cuando se anuncia que Reverendo, Rabí, Padre, Muftí, o como se llame nos guiará en una oración que no hace daño a nadie, porque este dios de reuniones y acontecimientos públicos no es un dios celoso. Aun le puedes invocar para dar comienzo a una convención de rameras, y él o ella no se ofenderá.
    Dios de los Rotarios, Dios de los Optimistas... el gran Dios Fofo es Señor del ritual secular, de las formas necesarias pero hipócritas de proceder y protocolo que apaciguan a los divisivos y contenciosos. El Dios Fofo es un dios servicial, cuyas leyes no están escritas en piedra, sino en arena, y están abiertas a ser modificadas, cualificadas y anuladas. Es un dios que claudicará para quedar bien contigo, hace provisión para todo, declara todas las guerras santas y todas las paces sagradas”.
extracto del tratado: "Airaos, Pero No Pequéis", por Leonard Ravenhill
 
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 

UNA ENCUESTA A LA BIBLIA
 
Según la Palabra de Dios:
1. ¿Quién es el único Salvador?
    "Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". (Hechos 4:10-12)
2. ¿Quién puede salvar aun a los más grandes pecadores?
    "Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero". (1 Timoteo 1:15)
3. ¿Quién es el único Mediador entre Dios y los hombres?
    "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo". (1 Timoteo 2:5-6)
4. ¿Quién es el único Camino que conduce a la presencia de Dios Padre?
    "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". (Juan 14:6)
5. ¿Quién es el Refugio de los pecadores?
    "Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.  Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso". (Lucas 23:39-43)
6. ¿Quién es el único Fundamento?
    "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo". (1 Corintios 3:11)
7. ¿Quién es el Abogado del cristiano que ha pecado?
    "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo". (1 Juan 2:1)
8. ¿Quién es el Socorro de los que son tentados?
    "Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados". (Hebreos 2:18)
9. ¿Quién es la Esperanza del pueblo de Dios?
    "Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza". (1 Timoteo 1:1)
10. ¿Quién es el Consuelo de los afligidos?
    "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". (Mateo 11:28-30)
11. ¿Quién puede satisfacer al alma humana?
    "Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás". (Juan 6:35)
gracias al hermano Benedicto L. Alonso en Valencia por enviarnos esta encuesta

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 
TODO O NADA
(Parte III)
 
El Apóstol Pablo escribió una epístola a los creyentes que vivían en Roma. Considera lo que él dice allí acerca de este tema – búscalo en Romanos 6:1-23. Estos comentarios se escribieron para advertirnos acerca de un error. Es el error de creer que si seguimos pecando y Dios nos sigue perdonando, esto es más para la gloria de Dios porque así Él manifestará más misericordia y gracia. Pablo dice:

    “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ... Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;  ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad... Porque el  pecado no se enseñoreará de vosotros... Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la  cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia ... Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Más adelante, en Romanos 8:12-14 el apóstol afirma doctrinalmente:

    “Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis, porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”.

    Gypsy Smith, un gran evangelista del siglo pasado, dijo esto acerca de la necesidad absoluta del arrepentimiento y lo que ello significa:
    “Si has estado tratando de vivir una vida cristiana, pero en ella no tienes gozo, ni victoria, ni canción – yo sé por qué. Es que nunca te has arrepentido. Has empezado mal, dando un paso en falso”.
    “El arrepentimiento es una de las más abandonadas enseñanzas del Nuevo Testamento, y la menos popular. A la gente no le gusta ser llamada al arrepentimiento, y no lo oirás predicado mucho. Sin embargo, la Biblia es un manual del arrepentimiento. Lo demanda, lo apoya, y lo respalda de manera que para ello no hay sustitutos aceptables”.
    “Más de sesenta veces las Escrituras insisten en el arrepentimiento, y todas las epístolas fueron escritas para enseñar a los hombres cómo arrepentirse, de manera que nadie tiene por qué estar confundido en cuanto a lo que significa el arrepentimiento, pero todavía hay multitudes de personas confundidas”.
    “Un arrepentimiento falso significa una vida cristiana falsa. Y la razón por la que muchos de los que asisten a iglesias evangélicas no tienen realmente ni gozo ni paz en el Señor es porque no han obedecido las Escrituras — ‘Arrepentíos y creed el evangelio’ (Marcos 1:15)”.
    “¿Qué significa arrepentirse? ¡Es volverse del pecado a Dios!  Arrepentirse es como si cogieras por los pelos de la cabeza y desarraigaras con violencia esto que te maldice. El orgullo, la lujuria, la auto-justicia, la hipocresía, la doblez – el pecado en tu vida que te esclaviza – ¡échalo fuera!  Mátalo, y lo demás en tu vida que no está bien se irá con el rabo entre las patas como un perro castigado”.
    “Entonces, ¿qué es el arrepentimiento? Es la respuesta moral del alma despierta al llamado de Dios; la esperanza del alma. ¿Te has arrepentido?  ¿Te has vuelto de tus pecados a Dios?”
Como el predicador Gypsy Smith dijo, suele haber al menos un pecado que te ha esclavizado. ¿Cuál es este pecado que te arrastra hacia el infierno, amigo lector?  ¿Es la deshonestidad, la envidia, la codicia, el engaño, la fornicación, la infidelidad, la inmodestia u otros pecados sexuales, la sensualidad, el orgullo, la hipocresía, la cara doble, la pretensión, la impaciencia, la maledicencia, el jurar y blasfemar, la mentira de palabras o bien de hechos, los hurtos, la borrachera, la droga u otras cosas dañinas a tu cuerpo y a tu moral, los malos pensamientos, el amor al dinero, el amor de la comodidad, de los placeres o de los bienes materiales? ¡Rinde esta malvada cosa al Señor, porque si no, será tu muerte y tu destrucción!
    Cuando este pecado que te acecha haya sido rendido a Dios en arrepentimiento, el resto puede ser entregado con menos lucha. Es Dios que hará la obra completa de la regeneración en tu vida, pero este paso del arrepentimiento te toca a ti. El evangelista R.A.Torrey dijo:

    “Nadie puede ser salvo a menos que nazca de nuevo por el poder del Espíritu de Dios. En Juan 3:7 Cristo dice: “Os es necesario nacer de nuevo”. Esta necesidad es absoluta e imprescindible – “es necesario nacer de nuevo”. Puedes ser ortodoxo en cuanto a todas las demás doctrinas cristianas y todavía ser un alma eternamente perdida. Tienes que ser cambiado, de veras, allá en lo más profundo de tu ser”.
    “Cuando entregues a Cristo tu corazón Él te transformará completamente en un momento. No importa lo mundano, ni lo pecaminoso, ni lo duro que hayas sido. A cualquiera que hoy abra su corazón para dejar a Jesucristo entrar para mandar y reinar, éste será hecho una nueva criatura en un momento, ¡por Dios mismo!”

    Antes mencionaba el hecho de que la obra de regeneración en nuestros corazones y mentes es algo que Dios mismo hace. Podrías preguntar: ¿Cómo podemos tener algo que ver con la regeneración de nuestras vidas si es Dios quien hace la obra de la regeneración? Permíteme explicar lo que la Biblia dice acerca de cómo el nuevo nacimiento es realizado.
    El apóstol Juan hablaba así del nuevo nacimiento: “los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:13). A lo largo del Nuevo Testamento encontrarás frases como esta, que hablan de nacer de Dios, nacido del Espíritu, nacido de Él, etc.
    El apóstol Pedro derrama más luz sobre este tema cuando dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23). El apóstol Pablo, en su epístola a los Efesios, habla de “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:17). En muchos otros textos en el Nuevo Testamento vemos que la Palabra de Dios tiene un papel muy importante en nuestra conversión. Esto no contradice los textos que dicen que somos nacidos de Dios, etc, porque es Dios quien hace la obra, pero la hace a través de Su Palabra. Él emplea la verdad de Su Palabra para convencer al pecador de su pecado, y para convencerle que lo único que le espera es un juicio terrible. Entonces, Él usa Su Palabra para comunicarnos Su amor hacia el pecador y el hecho de que el que se arrepiente y cree el evangelio, será perdonado por medio de Su Hijo Jesucristo quien murió en lugar del pecador.
    Además de las palabras que Dios emplea, muchas veces también Dios usa las circunstancias de una manera providencial para despertar al pecador acerca de su condición y su gran necesidad. Las circunstancias pueden ser una enfermedad, un accidente, o la muerte de un amigo, vecino o familiar. Dios usa diferentes medios para convencernos de nuestra necesidad de arreglar las cuentas con Él.
    Pablo habla de cómo estaba en dolores de parto en cuanto a algunas personas que necesitaban nacer de nuevo. Sí, Dios se limita a usarnos a nosotros, a seres humanos, para hacer llegar Su Palabra de uno a otro. Pero es Dios quien bendice Su Palabra y la hace atravesar el corazón y la mente del pecador.
    Así que, con todo esto puedes entender un poco mejor acerca de cómo Dios está obrando para que se realice el nuevo nacimiento en tu vida. Pero también puedes ver que Él ha dejado la decisión en tus manos. Dios rogará y convencerá, y a veces empleará medios chocantes para hacerte ver lo breve e incierta que es tu vida y cómo estás cerca de enfrentarte con Él y Su juicio, a menos que te arrepientas. Entonces, cuando estés convencido, Dios aceptará de tu parte solamente una rendición incondicional. Esta es tu parte.
    Dios dijo a los israelitas: “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13). Esto es la entrega absoluta e incondicional que Dios demanda. La condición que Él pone es que tienes que darle todo tu corazón. No tolerará que retengas ni siquiera un rinconcito oscuro para ti o para tu pecado. Cualquier cosa que sea menos que “todo” significa que continúas en rebelión, con las riendas en tus propias manos.
    Una vez cuando hablaba con un grupo de personas acerca de este tema, un amigo y verdadero cristiano me dijo: “Cuando yo me convertí, sencillamente confié en Cristo para el perdón. No sabía nada acerca de la necesidad del arrepentimiento y la sumisión a Dios. Pero por la fe en Él sé que he nacido de nuevo, y soy una persona nueva”.
    Mi respuesta fue: "Te comprendo, porque es así en muchos casos. Pero en el momento que te entregabas a Cristo para el perdón, te diste cuenta que le habías desagradado y tu deseo, aún sin expresar, era agradarle y rendirle tu corazón. La actitud de tu corazón era correcta, de entrega sin condiciones, sin reservas, aunque nadie te hablaba del Señorío de Cristo. Es la actitud de corazón que Dios busca, y debido a esto Dios te perdonó y reina en tu vida”.
    “No obstante, esto no es verdad para todos los que solamente creen y piden perdón por medio de Cristo. Tú fuiste honesto con Dios, lo supieras o no, pero hay muchos que realmente se apoyan sobre “su fe en Cristo” mientras que siguen viviendo en rebelión contra Dios. Éstas son las personas que necesitan ser despertadas en cuanto a su condición perdida”.
    Podrías preguntarme: “¿Pero qué del cristiano que se da cuenta que ha estado haciendo algo que está mal, pero no lo consideraba como malo antes? ¿Dirías que alguien así no es cristiano porque ha estado viviendo en pecado?”
    No, porque tal persona no tenía conocimiento de este pecado, es decir, que aunque es pecado, no fue algo hecho como rebelión consciente. Dios dice: “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Stg.4:17). Dios demanda un corazón rendido. En el momento de creer y entregar el corazón al Señor por fe, la persona se convierte y nace de nuevo. Entonces comienza la nueva vida y el crecimiento cristiano, con nuestra lectura y aprendizaje de la Palabra de Dios y a través de los otros medios que Su Espíritu emplea para nutrir y encaminarnos.

continuará, d.v. en el siguiente número
Escrito por Ray W. Johnson

No hay comentarios: