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jueves, 31 de julio de 2008

En Esto Pensad -- Julio 2008

31 Reyes: Victoria Sobre el Yo
Parte V

XXI. LOS TEMORES Y ANSIEDADES EGOÍSTAS
Casi todos nuestros afanes y ansiedades brotan de puro egoísmo.
Si estuviéramos enteramente rendidos a Dios, reconociendo que cada parte de nuestra vida es absolutamente Suya, no tendríamos ansiedad. Nos veríamos como propiedad Suya y bajo Su seguro cuidado y constante protección. El Señor ha dicho:“ninguno puede servir a dos señores” (Mt. 6:24), y añade, en una
curiosa indicación lógica: “por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida” (Mt. 6:25). Esa pequeña expresión: “por tanto”, descubre e interconecta el amor al dinero y el afán ansioso.

XXII. LAS PENAS EGOÍSTAS
Muchas de nuestras penas y congojas proceden de puro egoísmo, orgullo dañado, ambición, amor propio o la pérdida de algo que no deberíamos de haber llamado nuestro.

La muerte del yo borra un universo de desdicha y trae un cielo de gozo.

XXIII. LOS SACRIFICIOS Y ABNEGACIONES EGOÍSTAS
Son tan reales como paradójicos. Uno puede repartir todos sus bienes para dar de comer a los pobres, y entregar su cuerpo para ser quemado, y no tener amor (1 Co. 13:3). Puede que lo haga para halagar su vanidad o relucir su ortodoxia y propagar sus creencias y opiniones.
Simón el estilita (390-459 d.C.), después de haber pasado un cuarto de siglo sentado sobre una columna viviendo de raíces y las limosnas de los pobres fue, quizás, la más exagerada encarnación de auto-justicia y auto-conciencia en todo el mundo. Se había negado a sí mismo para satisfacerse a sí mismo, exaltarse a sí mismo y salvarse a sí mismo. Fue nada más que la vieja corriente de su vida dirigiéndose por un nuevo canal. De la misma manera puede haber:

XXIV. LA VIRTUD Y MORALIDAD EGOÍSTA
Los fariseos eran virtuosos, pero su virtud era un manto egoísta, para exposición, y por tanto sin valor o peor. Era simplemente una propaganda, y su motivo destruyó su valor.
La señora que camina por la calle con sus faldas recogidas cuidadosamente para evitar contacto con su hermana caída puede ser un carámbano de decoro egoísta. Mientras tanto su pobre hermana con todas sus faltas puede tener un corazón generoso, y hasta puede que esté pecando por algún motivo de amor equivocado y sacrificándose por otro. Y aunque esto no mitiga su pecado, puede darle más noble carácter que el de la virtuosa que la desprecia. Así también está la

XXV. LA JUSTICIA PROPIA
Ésta osa justificarse ante Dios a través de sus obras religiosas y así
pierde Su justicia y salvación. Pues no son sólo nuestros pecados, sino también nuestras justicias, que Él ha descrito como "trapos de inmundicia” (Is. 64:6). Deben ser desechadas y nosotros como pecadores impotentes y sin ningún valor, debemos aceptar la justicia de Cristo para nuestra justificación ante Dios.

XXVI. LA CONSAGRACIÓN Y SANTIFICACIÓN EGOÍSTA
Podemos tener estas cosas y estar tan ensimismados con nuestra experiencia religiosa que nuestros ojos se apartan de Jesús y se centran sobre nosotros mismos. Así nos volvemos exhibiciones ofensivas de auto-conciencia religiosa y lo mejor de nosotros se estropea por nuestra introversión y falta de dirección.
La verdadera santificación olvida el yo y vive en constante dependencia del Señor Jesucristo como su Justicia y completa Suficiencia.

XXVII. LA CARIDAD Y OFRENDAS EGOÍSTAS
La más grande generosidad y las ofrendas de dinero más amplias pueden ser nada más que anuncios de nosotros mismos, impulsadas por algún motivo que termina sobre nuestro propio interés u honor.
Alguna gente da con liberalidad, y luego entorpece sus ofrendas poniendo muchas condiciones y se mete tanto en la administración de su caridad que todo desinterés es echado a perder. Parece ser nada más que auto-satisfacción, que su caridad es para su disfrute y alabanza más que para el bien de otros.

XXVIII. NUESTRO TRABAJO CRISTIANO PUEDE SER EGOÍSTA
Podemos predicar por el placer intelectual que nos da. Podemos trabajar para la iglesia porque nos gusta la iglesia, el pastor o la gente. Podemos involucrarnos en alguna profesión benévola o cristiana porque nos proporciona una vida cómoda y empleo agradable. O podemos hacer nuestro trabajo religioso por egoísmo religioso y con principios egoístas.
La iglesia de Dios hoy está arruinada por el egoísmo de su obra evangelística. Está gastando en su propia gente 700 veces lo que gasta para el mundo pagano, y el espíritu de egoísmo religioso tiñe todos sus planes.
A.B. Simpson (continuará, d.v., en el próximo número)

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UN KILO DE DIOS


“Yo quisiera comprar un Kg. de Dios, por 2 euros. O sea, que no deseo demasiado, como para industrializar mi alma, aniquilando mi vida y mi tranquilidad. No, sólo quiero lo justo como para sentirme satisfecho, como el sueño tras la buena tisana. No quiero tanto como para amar a aquellos a los que no amo; sólo ansío una pequeña sensación cálida en mi espalda, pero nunca una transformación de mi corazón...Busco una nueva impresión, nunca un Nuevo Nacimiento. Bueno, yo quiero un kilogramo de Dios en una bolsa de plástico... y todo por 2 euros. ¡Nada más!”

Ignoro quién escribió estas líneas, cuyo autor pudiera ser cualquiera; cualquier creyente de nombre, que mariposea por las diversas iglesias, para celebrar ritos, tradiciones, convencionalismos, o a la búsqueda de una espiritualidad o una emoción, tan en boga en la actualidad.
Yo creo que ya pasó la época en la que ser ATEO estaba en boga; hoy todo el mundo se confiesa creyente, religioso, practicante... y es que las costumbres han evolucionado y todo parece explicable. Ya no se hace el ridículo al declarar que se cree en los misterios, en las cosas invisibles, en los fenómenos irracionales, o en las fuerzas, a las que se las llama “dios”. Nada de esto choca a nadie; todos buscan lo trascendente, para dar un sentido a sus vida, pero huyendo de Dios. Así, la huida en avalancha hacia las experiencias paranormales, hacia las terapias esotéricas y la Meditación Trascendental, pero ignorando hacia dónde se va, y en quién se confía, es la MODA corriente. ¡Pobre Onda Espiritual!
Lamentablemente, esta espiritualidad no se funda en la Biblia, que nos revela un Dios Personal, que Ama y Exige a la vez. La multitud prefiere un dios impersonal, indefinible, un pelele siempre a nuestra disposición, a nuestro servicio...Servirse de Dios, manipularle, utilizarle, pareciera ser la norma de estos pseudo-espirituales, que recurren p.e. a la sofrología en vistas a un parto sin dolor, que se hacen tratar con curanderos y se asocian con clubs de extraterrestres, con la mira de preparar un mundo mejor...
En resumen: Lo que caracteriza estas búsquedas espirituales es que están centradas en el “YO”, y su práctica tiene un propósito egoísta, carnal, teatralero. El Yo se vuelve Dios y le quita Su Gloria, por lo que el YO decide y dirige. Pero “el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura” (1 Co. 2:14 Reina Valera versión 1909).
Y como consecuencia, donde esté la “mecánica” sustituyendo al Espíritu de Dios, allí no estará DIOS (Zac. 4:6; Jn. 15:5). En otras palabras: “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él” (Ro. 8:9b).
AMIGO/HNO/a.: ¿En qué bando estás...? Te invito a SALIR con Cristo, llevando Su vituperio, os sea, la CRUZ (He. 13:13). Y quedo a tu disposición.

Gracias al hermano d. Benedicto L. Alonso, Apartado 2389, 46080 Valencia por enviarnos este artículo

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4 Cosas Necesarias En Juan 3


1. La Necesidad del Pecador
v. 7 “os es necesario nacer de nuevo” (Jn. 3:3-8)

2. La Necesidad del Salvador
v. 14 “es necesario que el Hijo del hombre sea levantado” (He. 9:22)

3. La Necesidad del Soberano
v. 30 “es necesario que él crezca” (Col. 1:18)

4. La Necesidad del Siervo
v. 30 “pero que yo mengüe” (Gá. 2:20; Fil. 1:20)





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